martes, 24 de mayo de 2011

Ciclos Anuales Planetarios


Más allá del significado propio que poseen los planetas se ha observado que responden a un ciclo interno personal anual. A partir del día de nuestro cumpleaños podemos dividir el año en siete etapas de aproximadamente 52 días cada una. Estas siete etapas se corresponden con los planetas más antiguos o sea hasta Saturno.
Se inicia el ciclo el día que cumplimos años con el período del Sol. O sea que durante los primeros 52 días poseemos en nuestro andar cotidiano características que coinciden con las del Sol. Se nos ve más, poseemos mucha voluntad, ganas de hacer cosas, más la valentía y el optimismo que sentimos porque tenemos todo el año por delante para concretar nuestros deseos.
Cuando se cumplen los 53 días desde nuestro cumpleaños se inicia el período de la Luna: aquí ya comenzamos a actuar de manera más inconsciente,  con respuestas más automáticas y llevados por momentos por una cierta emocionalidad.
Tercer etapa le corresponde a Marte: aquí es cuando nos sentimos impulsados a concretar cosas, a iniciar negocios, abrirnos  camino en otros ámbitos de la vida. La vitalidad está en efervescencia. Cuidado con los accidentes en esta época de su año.
Cuarta etapa viene con  Mercurio nos sentiremos más comunicativos, con ganas de conocer gente, hacer algún curso o algún viaje a algún lugar cercano. Sentiremos que podemos escribir fácilmente y ser creativos. Tener cuidado en este período con los robos, estafas y demás pérdidas pues existe una vulnerabilidad en este aspecto en la etapa mercurial.
Quinta etapa: le corresponde a Júpiter  período de expansión, crecimiento y prosperidad. Se debe aprovechar este período para todo lo que tengamos ganas de comprar, vender, solicitar prestamos etc. Buen período para ganar un juicio y relacionarse con personas de mayor poder social.  
Sexta etapa: es el período de Venus con el romanticismo, el amor, el arte, el ponernos bien físicamente, el descanso y el goce personal.  Favorable para renovar viejas amistades, o renovar votos amorosos. Y mejorar económicamente.
Séptima etapa: es el período de Saturno es un período de desvitalización, ocurre 52.5 días antes de nuestro próximo cumpleaños y aquí es cuando realizamos cierto tipo de balance con respecto al año transcurrido, existe un cierto desaliento y pesimismo. Hay una cierta restricción en los gastos, sin embargo es muy favorable para proyectarse profesionalmente y socialmente, para dejar sentada una estructura sobre la cual trabajar al año siguiente.
Este calendario se puede calcular de forma personal y es perpetuo ya que siempre se repiten los mismo ciclos anualmente pero de forma personal ya que cada uno toma como fecha de partida su cumpleaños. 

miércoles, 18 de mayo de 2011

Cómo Visualizamos la Vida Es Cómo leemos Cartas Conferencia de la Asociación astrológica, Sept 2008

Conferencia de LIZ GREEN:

"No hay una astrología con un capital A. En cada época, la astrología de ese tiempo era un reflejo de ese mismo orden que cada cultura vio o creyo ver en los movimientos celestes, es decir el tipo de relación que cada cultura formuló entre Cielo y Tierra." [1]
.Esta es una declaración que bien vale la pena recordar, e incluso que nosotros mismos nos repitieramos cada vez que intentamos definir la naturaleza de la astrología que prácticamos de acuerdo a nuestro propio sistema de creencias o visión del mundo. Incluso más que el contexto de la cultura (y subculturas) en el que vivimos, la predisposición de la persona del astrólogo, sus formas y expresiones y de las definiciones dadas a la astrología, tanto en la práctica como en de manera filosofíca. La astrología no puede ser explicada por un único marco teórico, sino que debe ser vista contra uno religioso, uno filosófico, uno social y uno político y, lo que es igualmente importante, desde la perspectiva de cada uno de los profesionales que trabajan dentro de un entorno en un lugar determinado, en una década determinada de un siglo. Hoy, a diferencia de nuestros homólogos medievales, tenemos una amplia gama de sectores religiosos, sociales y políticos a partir de los cuales elegir sin temor a que seamos quemados en la hoguera, y se hace cada vez más discutible para cualquiera de nosotros el tratar de encontrar la "Única y Verdadera Astrología", que nos proporcionará plenitud espiritual con absoluta seguridad, mientras que identificamos ideológicamente las otras astrologìas como heréticas'`, incorrectas ',' malas', o' falsas'.


martes, 17 de mayo de 2011

La conciencia está de fiesta: Luna llena de Wesak

La luna llena de mayo es considerada como la más poderosa del año; pero además de su relevancia astronómica, este día marca el nacimiento e iluminación de Buda, razón por la cual Wesak detona un carnaval de conciencia, generosidad, y purificación, alrededor del mundo.
“Ningún precio que se nos exija será demasiado elevado para ser útil a la Jerarquía en el momento de la Luna Llena de Tauro, el Festival Wesak;
ningún precio es demasiado elevado para obtener la iluminación espiritual posible, particularmente en este momento.”
Djwhal Khul

Cada año, durante la primera luna llena de mayo, se celebra el Wesak (Vesakha), la festividad más importante del budismo. Y es que además de ser considerada la fecha que marca en natalicio de Buda, muchos practicantes afirman que este mismo día Gautama obtuvo la iluminación y también dejó su cuerpo. Pero más allá de los tecnicismos calendáricos, los cuales sin duda tienen una relevancia metafísica, lo cierto es que Wesak se transforma en un verdadero carnaval de conciencia, color, y generosidad, una fecha en la que millones de practicantes del budismo alrededor del mundo elevan sus plegarias, y asisten a sus templos para convidar alimento, flores, y velas.
La tradición mística de la religión que floreció en torno a las enseñanzas del Buda, afirman que durante este día “el iluminado” retorna a este mundo para alimentar la regeneración tanto física, como espiritual, de sus habitantes. Su visita tiene como destino particular el Valle de Wesak, protegido entre las montañas del Himalayas, y es aquí en donde esparce la energía de Shambala a los maestros, los iniciados y los discípulos, para que a su vez ellos puedan replicarla alrededor del mundo. Simultáneamente, decenas de corrientes espirituales alrededor del mundo aprovechan la fecha para canalizar energía divina y promover la purificación de todos los seres que habitan nuestro planeta.
Pero la importancia de Wesak, que marca el paso del sol a través de Tauro (mientras que la luna reposa en Escorpio), va más allá de la religión budista y es considerada como la luna llena más poderosa del año. Recordemos que este signo zodiacal, Tauro, esta regido por venus, planeta encargado de guiar espiritualmente a la Tierra, y además identificado con la Virgen María, la arquetípica y amorosa madre. Por ello mayo es el mes de María, y recordemos que la luna es también la Madre. En este sentido Wesak representa una sincronía astro-maternal de enorme relevancia.
Algunas tradiciones místicas consideran que esta fecha marca el embarazo de la luna (al igual que Buda abrió su conciencia para ser fecundado por la luz divina), y coincidentemente en esta temporada se “insemina” la tierra ya que son los días más propicios del año para colocar las semillas en el campo. En este sentido Wesak alude a la unión de la raza humana con el espejo que forma la naturaleza terrena en sintonía con el orden astral. Por ello durante esta luna debemos honrar, de manera especial pero obviamente no exclusiva, a todos los seres vivientes y en particular a la madre naturaleza.
Este año Wesak se registrará el martes 17 de mayo a las 6:10 de la mañana. Y más allá de los múltiples rituales que estarán sucediendo en ese momento, muchos de los cuales incluso ya han comenzado, es fundamental recordar que es un momento que debemos dedicar a la oración y la meditación enfocados en la salud y la luz de todos los seres vivientes. Un instante que debe dedicarse a la generosidad y a la amabilidad puestas al servicio de los demás, y a la vez un día especialmente apto para la purificación personal, la depuración energética, y el gozo de reconocer una palpable porción de divinidad en ti.